Mantener la calidad y apariencia de una tabla después de grabarla implica varios pasos esenciales después del grabado. Primero, limpiar la tabla es crucial. Usa un cepillo suave o un paño húmedo para quitar el polvo, los residuos o la suciedad que haya quedado del proceso de grabado. Asegúrate de que los productos de limpieza sean adecuados para el material de la tabla para evitar daños.

A continuación, inspeccione las áreas grabadas en busca de imperfecciones o bordes ásperos. Si es necesario, lije suavemente estas áreas con papel de lija de grano fino para suavizarlas sin alterar el diseño. Esto ayuda a mejorar el atractivo visual del grabado.

También se recomienda aplicar un acabado protector. Elige un acabado que complemente el material de la tabla, como barniz transparente, cera o sellador. Esto no solo mejora la apariencia, sino que también protege contra la humedad, la suciedad y la luz UV, prolongando así la vida útil de la grabación.

Por último, guarda la tabla adecuadamente cuando no esté en uso. Evita la luz solar directa y la alta humedad para prevenir deformaciones o desvanecimientos. Al seguir estos pasos, podrás garantizar que la calidad y la integridad visual de la tabla grabada se conserven con el tiempo.