Para preparar y terminar tus adornos para obtener los mejores resultados, comienza seleccionando materiales de alta calidad. Elige opciones duraderas y versátiles como vidrio, cerámica o plástico de alta calidad que puedan resistir la manipulación y la exhibición. Antes de decorar, asegúrate de que la superficie esté limpia y libre de polvo limpiándola con un paño suave.

A continuación, si vas a pintar o aplicar adornos, usa una imprimación para que la pintura se adhiera mejor y prolongue la vida útil del adorno. Opta por pinturas y selladores no tóxicos si van a ser manipulados, especialmente por niños.

Al decorar, aplica capas finas de pintura o pegamento, permitiendo que cada capa se seque por completo antes de añadir más. Esto ayuda a prevenir goteos y acabados desiguales. Considera usar técnicas como el decoupage o añadir brillantina para texturas únicas. Después de terminar tus diseños, aplica un sellador transparente o barniz para mayor protección y un acabado brillante.

Finalmente, deja que tus adornos se curen durante al menos 24 horas antes de exhibirlos o guardarlos. Considera usar cajas de almacenamiento con separadores para evitar rayones y daños. Siguiendo estos pasos, te asegurarás de que tus adornos luzcan lo mejor posible y duren muchos años.