Para mantener el contraste del diseño después del grabado en pizarra, es importante seguir algunos pasos clave de limpieza. Comienza por eliminar el polvo o los restos de la zona grabada con un cepillo suave o un paño de microfibra. Esto ayudará a asegurar que no haya partículas que obstruyan el contraste de tu diseño.

A continuación, prepare una solución de limpieza mezclando agua tibia con una pequeña cantidad de jabón suave para platos. Humedezca un paño limpio con la solución, asegurándose de que no esté empapado, y limpie suavemente la superficie grabada. Evite usar almohadillas abrasivas o productos químicos agresivos, ya que estos pueden rayar la pizarra y disminuir la claridad del grabado.

Después de limpiar, enjuague el área con agua limpia y séquela inmediatamente con otro paño suave para evitar manchas de agua. Para una protección adicional y para realzar el contraste, puede aplicar un sellador para pizarra. Esto ayuda a resaltar las grabaciones mientras proporciona una barrera protectora contra la suciedad y la humedad.

Finalmente, el polvo regular de la pizarra y la limpieza profunda ocasional según sea necesario mantendrán el contraste nítido y el diseño con un aspecto fresco.